miércoles, 23 de febrero de 2011

11.-Gracias por recibirme tan bien

-fanfic-

Que el Villarreal es el mejor equipo que ha pisado el Bernabéu en lo que llevamos de temporada es indiscutible. Los de Garrido hicieron una primera parte perfecta, con un juego magistral de toque y de trato de balón, pero se olvidaron de que enfrente estaba el Real Madrid. A los seis minutos, los visitantes ya mandaban en el marcador con un gol de Cani. Pero allí estaba el de siempre para arreglarlo. Cristiano aprovechaba una gran jugada de Özil y de Benzema para empujarla a la red. 1-1, minuto 9 y vuelta a empezar. Los de Garrido volvieron a ponerse por delante con un gran gol de Marco Ruben. 1-2. Ese tanto hizo daño al Madrid que estuvo unos minutos tocado sobre el césped. Pero en la última jugada de la primera mitad. CR7, esta vez de cabeza, hacía el 2-2 en un lanzamiento de falta botado por Xabi Alonso.

La segunda mitad comenzó de manera diferente. Mourinho cambió en el descanso a Lass por Khedira y modificó sobre el campo la posición de Albiol  al que pasó al lateral derecho para que Ramos ocupase el centro de la defensa. Los blancos comenzaron a acumular ocasiones ante un Villarreal que no tenía la pelota y que sufría mucho sin el balón. Benzema, en dos ocasiones, y Cristiano pudieron hacer el 3-2 pero Diego López estuvo afortunado. El técnico portugués decidió que era el momento de darlo todo y metió en el césped a Kaká por Albiol. El Madrid seguía presionando en busca del gol de la victoria y el Villarreal se defendía como podía. En el 79’ llegó el 3-2. Kaká centra al área, Diego López no ataja bien y Cristiano, tras varios rechaces, aloja el balón en la portería. El Villarreal protestó el tanto, pero el árbitro le dio validez y el tercer gol del portugués subió al marcador del Bernabéu. 

Pero el partido aún tenía deparada otra grata sorpresa para el Real Madrid. En el minuto 82, magistral asistencia de Cristiano Ronaldo que aprovecha Kaká para hacer el cuarto de la noche y el primero suyo esta temporada con la camiseta del conjunto blanco. 4-2 y éxtasis en el Bernabéu. El Real Madrid se llevó un partido a base de garra, buen fútbol y de un Cristiano Ronaldo magistral. El jueves otra prueba de fuego en el Bernabéu. Esta vez en la Copa. Llega el Atlético. Derbi por todo lo alto

-Pero es que te ha ido muy bien—le animo la voz de José sonriéndole, casi no lo hacia y, la mayoría del tiempo se mostraba inquebrantable, misterioso y absolutamente atractivo a su personalidad— ¿Quieres o no  quieres ser parte de esto?
-Si pero,
-¿Vas a tener en tu mente la duda? —cuestionó— Las cosas se aprovechan, y cosas como estas…nunca.
-Pues…estaré todo los días menos el quince—contestó ella avergonzada— y el dieciséis por lo consiguiente. Y, de verdad me han cambiado la vida en los últimos meses pero, mi hermano se casa y entonces… no he visto a mi familia.
-Vale, vale—murmuró— no se como os lo dirás a los chicos.
-Pero ahora no—contestó la chica— necesito tener vida propia.
-Tu vida son 26 personas.
-¿No que 25? —cuestionó
-¿y donde quedo yo? —vaciló Mou— Gracias por pasártela con José. Puedes irte.
-No hay de que Míster—contestó ella saliendo de aquel pasillo, se topo con Kaká con el cual trabo desde hace días una bonita amistad— he gritado como nunca con tu gol.
-Si te vi…gritaste igual con todos—vaciló— dudo de tu capacidad de amarme.
Lisa Rio encantada— mi amor es para veinticinco personas de aquí, no es fácil ser yo.
-Claro que no—vaciló tallándose los ojos— Mi esposa y mi hija me están esperando.
-Que hermoso padre eres—vacilo la chica con honestidad pero lo disfrazo por respeto a su mujer— ¿nos vemos el martes?
-A las once—contestó su amigo dándole un tierno beso en la mejilla— Dios te bendiga, y no andes triste.
-Lo intentare Richy—contestó ella agradecida. Camino despacio hacia su casillero que se encontraba en los vestidores, la mayoría ya estaba lista para irse, definitivamente para dormir— Que peñazos, nos veremos el martes chicos.
-Adiós Lisa—se despidió la mayoría con frases divertidas y de cariño. Se topo con la mirada de cristiano que hablaba con Mesut, le esbozo una sonrisa picara la cual ella no entendió ni una pisca le hizo señas que se acercara a lo que ella hizo caso.
-¿Te vas? —pregunto este.
-Pues sí—contesto Lisa con indiferencia— tengo que agarrar un taxi.
-¿Taxi?
-No tengo carro, inteligente—contestó ella con una mueca— no soy rica.
-Pero si tu mamá…ah ya—dijo antes de darse cuenta de la típica situación de una familia distanciada— ¿te llevo?
-¿Seguro? —preguntó ella extrañada por su repentina amabilidad— Oye Mesut, me gustan tus tiaras.
-¿Tiaras? —cuestiono el chico hablando por fin— ¿Qué son?
-Lo que te pones en la cabeza—contestó Lisa— tienes un cabello genial, no como el de Cristiano.
-¿Por qué tanto odio? —vaciló el chico— soy bueno.
-Es cierto—lo defendió Mesut.
Cristiano y Lisa se desviaron a una heladería a platicar un rato, porque no paraban de comentar sobre su juego de él y como es que ahora su vida es así; a veces a Lisa le caía muy mal pero ratos como en ese momento, era todo lo contrario. Ella sabia que su fuerte no era pensar en los demás, tanto como Mourinho y ella hablan en la unión que necesitaban entre ellos “primero el equipo y luego la mercadotecnia” les había dicho unas horas antes, todos dudaban del entrenador, todos menos los 26 y eso incluía a Lisa. Que se sentía una más en el banquillo, una más en la afición, sentía que las faltas cometidas también eran para ella, que los abucheos también eran para ella, que los insultos, triunfos y todo…la incluían porque no quería dejarlo solos, porque ella amaba con todo su corazón aquella camiseta como cualquiera de esos veinticinco. Y eso, les hacia ver lo fiel que eran sus seguidores.
-He visto lo mucho que congenian tu y Mesut—dijo como quien no quiere la cosa en cuanto cristiano se estaciono enfrente de su casa— ¿lo harás como tu?
-¿Cómo, como yo? —quiso saber— aunque no nos entendemos a veces, es muy confiable.
-Así…con tus cejas, tu cuerpo y el bronceado—contestó ella un poco sincera— Mesut es perfecto así como esta, me gusta en la forma que alrededor de sus ojos se pone roja por tanto sudar, o su cabello largo y su tiara, su sonrisa y la forma de jugar que tanto enamora. Y tu eres tu, y no me caes mal pero, Mesut es…perfecto ¿entiendes?
-¿Me…es-estas diciendo que te gusta Mesut? —cuestionó examinándole la cara, Lisa apenas se había dado cuenta de lo que decía, frente a quien y en el tono. Cerró los ojos con temblores en el cuerpo, la forma como ella hablaba de el siempre era así. Entonces tal vez si tenía razón, si le gustaba Mesut. Pero a cristiano no le asombraba, porque llevaba un cierto tiempo observándolos a ambos en silencio.
-Por así decirlo—dijo ella con las mejillas coloradas— siempre lo he admirado, no me parece extraño que no me gustase.
-No le diré nada—dijo el con amabilidad— el día de hoy… ¿nos hace amigos? —ella asintió con una sonrisa mientras abría la puerta del automóvil.
-No creo que necesites amigos—contestó ella— pero mi teléfono y mi casa siempre estarán cuando los necesites.
-¿y tu?
-Vengo en el paquete también—sonrió cerrando la puerta despidiéndose con la mano. Abrió la rejilla de la entrada y atravesó lentamente el jardín, rebusco entre su bolso la llave y cuando la encontró abrió; e hizo lo mismo de todos los días.
-¿Santiago? —preguntó ella al ver la luz prendida de la sala de estar, escucho murmullos cada vez más fuertes— maldita droga.
-Ya lo sabemos—escucho unos gritos provenir de ahí dentro. Algo dentro de ella la impulso a caminar con rapidez y cuanto puso un pie en la habitación, cuatro pares de brazos la atraparon con efusividad.
Estaban ahí sus grandes amigos, estaban ahí en su sala y Santiago observaba risueño. Era Fernanda, Esteban, Estefanía y Damaris.
-Te dejamos miles de mensajes en tu Facebook y, no contestas ni uno—comenzó Estefanía cuando la soltaron al fin— y ¿no usas la contestadora?
-Y tu celular…en verdad. Pensamos que habías muerto—dijo Esteban.
-No he tenido tiempo de checar todas esas cosas—contestó encogiéndose de hombros— ¿Qué hacen aquí? ¿No Vivian en Inglaterra?
-¿No lo sabes? —pregunto Damaris.
-¿Saber que cosa? —cuestionó.
-Se casará William, el martes—anunció Fernanda— ha invitado a casi todos.
-pero no a mi—contesto con una mueca— que bien por él.
-pero es que Lisa no lee la correspondencia—ahora hablo Santiago— va para la semana que te llegó, pensé que lo habías leído.
-¿Se casara? —cuestiono con las cejas levantada— también mi hermano Caleb, no se cuando pero el 15 es la cena familiar.
-¿SE CASARA MI AMOR PLATONICO? —pregunto su amiga Estefanía con falso dolor pero con asombro.
-Nunca te iba a hacer caso—dijo por su parte su mejor amigo Esteban, ella lo recrimino con la mirada— ¿nos invitaras?
-Si sigo de invitada…pues sí—contestó ella— a penas y veré después de seis meses a toda mi familia.
Todos ellos entendían la razón, ellos eran tan buenos amigos como casi pocos. A pesar de que vivían en lugares lejanos, el cariño siempre se conservo, y también el significado  de sus amigos por la preparatoria con la historia que tenían en aquellos años; eran de esos amigos que no necesitas verlos siempre para quererlos y construir cariño y lazos, eran de los amigos que siempre te apoyaban y volaban de un lado a otro si te necesitaban. Por eso y por gran parte de Santiago que, Lisa sabia ser una buena amiga.
-¿Y donde se quedaran?
-Pues… como es reencuentro….
-¿Tienes como dos cuartos de huéspedes no? —pregunto Esteban
-Que arrimados son—se quejo Lisa con una sonrisa— me encanta tenerlos en casa. Yo dormiré en el cuarto de Santiago, así tendremos dos habitaciones libres.
-Pero Lisa…
-He dicho, quiero que estén conmigo—sonrió de verdad— los he extrañado y tenemos que ponernos al corriente.
-Es que quieres dormir con Santiago ¿verdad? —vacilo Esteban alzando la ceja.
-Es la verdad—vacilo Lisa mordiéndose el labio-¿Pueden hacerme el favor?
-Solo si no hacen ruido—dijo por su Parte Damaris. Santiago soltó una carcajada, el era mayor que todos ellos; todos tenían veintidós o a punto de cumplirlos, jóvenes, viajeros como Lisa y los había conocido en una de sus reuniones en España, cuando Lisa no tenia ni cuatro meses en la ciudad. Santiago tenia veintidós años cuando la conoció y ella solamente diecinueve…ambos se conocieron en la ciudad de México, cuando el estaba en una conferencia Nacional de cirugía que fue Sede en la capital del país de ella; de una forma tal casual y diferente…el probaba por primera vez los tacos mexicanos y ella iba por su segunda ronda, ambos en la misma mesa, sin hablarse, hasta que al final, al pagar la cuenta ella se presento y sin saber porque ni como a el le pareció increíble, desde ese momento han sido amigos hasta la actualidad y aunque se han presentado fuertes peleas, distanciamientos pero desde la muerte del padre de Lisa se volvieron más unidos que nunca.
-No casi nunca esta en casa—dijo Lisa— es como dormir con la almohada.
-Uh, no te lo mando a decir—vacilo Fernanda— bueno, Esteban…Santiago, a por las maletas.
Los dos chicos intercambiaron mirada con enfado— ¿Por qué no las bajáis vosotras?
-Por que somos chicas, algo entre las piernas nos diferencian—contesto Estefanía— vamos que compartiré cama contigo.
-Yo si creo que ustedes hagan ruidos—dijo por su parte Lisa echada en el sillón— siempre lo hemos dicho.
-Eso es amor ¿no? —vacilo Esteban— es como si durmiera con una lesbiana.
-Estúpido—escucho Lisa la voz quejumbrosa de Estefanía— las Lesbianas son Fersh y Mary.
-Nosotras no estamos contra el lesbianismo—murmuraron— déjennos profesar nuestro amor.
Y así terminaba un buen día, con buenas cosas por venir. Eso la hacia olvidar sus lagunas mentales, coordinar sus movimientos y ser un poco más social con la gente que aprecia y la quieren también, reírse durante toda la noche poniéndose al corriente de sus vidas, de los cinco, ahora Santiago se veía obligado a convivir con ellos al menos cinco días.


miércoles, 16 de febrero de 2011

10.-A veces una Fantasía

                         -Fanfic-


Mesut se levanto como de costumbre para darse un baño; se metió unos jeans, tenis negros y una playera tipo polo azul marina, estaba despeinado mientras se preparaba un licuado para tener buen rendimiento el día que aún tenía por delante. Miro por segunda vez su teléfono móvil, le pareció extraño recibir un mensaje de Anna la noche anterior, por supuesto que el no iba a acceder a regresar con ella pero no podía evitar ni negar que aún sentía algo por ella. Y es que no se puede olvidar a alguien así de fácil, era imposible; por eso no quería verse involucrado en otro lio amoroso, ni con mujeres casadas, ni con hijos, ni famosas, quería alguien normal y que fuese tan natural pero ahora estaba feliz. Su carrera por delante, una buena vida, amigos, familia, ya después se ocuparía de algo si se sentía solo.
Eran las diez y media cuando emprendió rumbo a Valdebebas, mientras circulaba por su habitual camino recordó la tarde pasada. Había estado leyendo cartas de sus fans, con ayuda de Lisa que no entendía completamente el español, ella que hablaba fluido todo, y le ayudo mucho que las otras estuviesen en alemán; y en ese preciso momento, se sintió afortunado, afortunado por tener las mejores fans que había visto, se preocupaban por el, le deseaban lo mejor y sobre todo lo querían tal y como era. Al menos eso creía él, entonces eso le daba fuerzas para seguir haciendo lo que más le gusta, dedicarles a esas personas sus logros y gracias a ellos estaba formándose como persona. Mesut era un chico que conservaba la religión de sus padres: musulmana pero, como su tipo de vida no era tan normal no podía cumplirla completamente pero hacia su trabajo cuando podía, le gustaba las tardes tranquilo, con videojuegos, películas o solamente después de un día cansado con el de ayer se acostara y despertar hasta el día siguiente. Mantenía buena relación con el vestuario del Real Madrid lo que más le gustaba de ese equipo es que siempre están riendo, el era joven, novato pero sin duda era una de las mejores revelaciones del mundial, su juego había impactado a muchos de sus espectadores, había nacido un nuevo crack, una leyenda y a veces no se daba cuenta de eso.
-¿Todo bien?—preguntó di María a Mesut. Este asintió con una sonrisa mientras se amarraba los cordones de sus tacos, conforme pasaron los minutos llegaron los veinticinco.
Era igual que el día anterior pero la única diferencia era la permanente estadía de Lisa, permanecía con el resto de los asistentes esperando una llamada de Karanka o José, su trabajo consistía en ayudarlo a traducirle la estrategia a los jugadores que no entendían bien cuando José se los decía en ingles o tal vez a los pocos como Lass en su idioma. A veces tomaba fotos para colgarlas en la web del mismo equipo, Lisa se sentía completamente inútil la mayoría del tiempo pero no tenia el animo esencial como para plantarse frente a la mirada intensa del entrenador para poner en claro su lugar, bueno quería saberlo oficialmente.
Cristiano tenia curiosidad en la extraña relación de Lisa y Mesut, casi nadie los relacionaba de la manera en la que el lo hacia porque tal vez había visto, escuchado algo que lo desconcertó; A Lisa no le caía muy bien el portugués, admitía que su juego era muy hermoso pero como persona no tenia tantas intenciones de conocerlo pero cuando conversaron en aquel pasillo después de un juego alentador Lisa pensó que tal vez era buena persona, pero solamente eso. Sentía más confianza Kaká, Gonzalo, Iker, Mesut e incluso Xabi. Pero las relaciones entre los jugadores estaban un poco ajetreadas.
-Las camisetas han sido aprobadas—dijo Karanka cuando tuvo la oportunidad de hablar con Lisa, la muchacha sonrió con ganas— sólo las usaran para la foto de grupo.
-No importa—contestó ella— ¿Ya lo saben los chicos?
-Y dicen que eres una especie de Ángel—sonrió el segundo al mando. Algo pasaba porque de pronto su vida había dado un cambio completamente diferente, y con diferente era referencia en que cuando cobrara su paga de la temporada se compraría un automóvil, eso haría. Quería un Mustang pero, Santiago ya lo tenia y pensó en ese momento que lo consultaría con él, siempre con él. Las camisetas era con un mensaje para Gonzalo, ella lo había platicado con ellos y tuvo el valor de pedir el permiso al mismísimo José que, ocultaba un cierto cariño dejo en claro que lo tenia que aprobar Florentino y la reglas del campo.
- te quiero a las nueve en el Bernabéu Lisa, ¿entendido? —Dirigió una mirada de autoridad— aun no hemos hablado.
-No lo he olvidado Señor—contestó ella con una pequeña sonrisa— Otra pregunta señor, ¿Qué hare yo ahí? No he tenido claro mi trabajo en el último mes.
-¿Vas a estar a las nueve? —preguntó el entrenador ignorando sus palabras— y no me digas señor, Gionettí.
-Estaré ahí Mou—sonrió ella— queda claro que confío en ti.
-Así debe de ser.
Ambos se les escapo una risilla de diversión, Lisa atravesó los pasillos en completo silencio solo era ella y sus canciones en el Ipod; tarareaba una canción que la hacia sentir melancólica pero, continuaba escuchándola.
“Lo que en realidad, viene a ser lo mismo lo que por crueldad ahora viene a dar igual”…cantaba en susurros para ella y para sus compañeros un poco de ruido.
-¿Qué cojones contigo? —llego preguntando Iker quitándole un auricular— ¿Te habéis herido?
-Imbécil—sonrió Lisa— me quedare con ustedes hoy, o eso me dijo Mou.
-¿En el Mirasierra Suites? —cuestionó este con los ojos como platos— Dormiréis ahí, eso pasa siempre que jugamos en casa.
-Me haces sentir como una estúpida que no conoce de futbol—confesó ella— y he aprendido más desde que entre aquí.
-Nadie dijo nada—vacilo este tomando su reproductor, miro la inmensa lista de artistas— ¿acaso estas personas existen? Nacho Vegas, Sex Pistols, The Doors…
-¿no las conoces? —preguntó Lisa decepcionada— Quiero decir que eres un ignorante.
-¿Ignorante? —dijo ofendido.
-Nacho Vegas, Gijon Asturias—le informo Lisa— ¿Cómo puede pasar eso? Bueno, ya me ha pasado.
-¿Es español?
-Que sí lo es—dijo con un suspiro— me casare con él, lo sé.
-¿Acaso sabe que existes?
-Claro que sabe—dijo ella con recelo— sabe que existe una persona en alguna parte del mundo que si la llegase encontrar, le amaría con infinita verdad.
-Ah—soltó una risa Iker— ¿Qué hacéis aquí? Anda no perdáis tiempo y corre a por el.
-A veces, siento que te odio—contestó Lisa con una risa arrebatando su reproductor de las manos de Casillas—Me voy.
-¿No os quedareis? —preguntó.
-¿No pueden estar un rato sin mi? —pregunto ella con una sonrisa angelical— tengo otros asuntos. Y uno de ellos me espera afuera.
-Florian—dijo automáticamente su amigo— tiene un nombre tan raro. ¿Alemán? ¿Acaso te gusta un español? O ¿eres racista?
-Que tonterías dices—se rió Lisa— Me gusta… Gerard Pique, David Villa, Cesc Fábregas…
-¿uno que no sea Cule? —interrumpió.
-No me dejas terminar—se quejo ella— Xabi Alonso, Pedro, Casillas, Canales, Luis Suarez, Marko Marin, Miroslava Klose—pensó por un segundo— todos los jugadores son guapos. ¿Es un requisito?
-No se—se encogió de hombros— pregúntale a quien no lo cumple.
Ambos se carcajearon, Lisa se despidió y sin haber hablado con el resto emprendió su camino fuera del Valdebebas.
-¿Por qué has tardado? —preguntó Florian un poco nervioso—¿Nos podemos ir?
-¿Qué tienes? —preguntó Lisa acercándose a él, este la desvió y la beso en la mejilla—¿Florian?
-¿Tienes hambre? —preguntó ignorando sus palabras. La tomo de la mano para ir directo al auto.
Todos habían escuchado al Míster atentamente, a las nueve estarían todos en el Hotel; lo único que les había sorprendido era que ahora Lisa estaría allí con ellos toda una noche y otro día más, a pesar que no sabían como se encontraba de humor. Llegaron las nueve de la noche y los veinte jugadores citados acudieron, como siempre la prensa pendiente de quienes llegaban. Llegaron al Mirasierra Suites con ánimo, Lisa se encontraba pensativa al ochenta por ciento y de nuevo estuvo con su Ipod en todo el camino ¿Qué le habrá dicho Florian? Todos conocían su habitación, pero mientras esperaban el ascensor se reunieron para platicar como hacían siempre, planeaban algunos verse en el cuarto de alguno.
-En el de Lisa—dijo Marcelo con una sonrisa, Lisa apenas alzo la mirada e intento seguir el juego pero no pudo. No sentía las ganas como para andar gritando y riendo con todos ellos— ¿Qué te pasa chica? No has dicho nada en todo el santo día.
-Nada—contestó ella con voz serena— solamente no tengo ganas de hablar.
Nunca la habían visto así, no parecía triste; parecía decepcionada y enfadada, sin duda algo había pasado. Iker intercambio una mirada con Kaká así que Lisa no aguanto más — ¿Han visto sus caras? No estoy de malas—soltó una risa— intento pensar, pero con ustedes no es posible eso.
-¿Piensas? —vaciló cristiano, esta le devolvió la bromita con un golpe en la cabeza— nos habíamos espantado.
-Es cierto—murmuraron algunos. El ascensor abrió y con ello se llevo a los primeros ochos y entre ellos iba Lisa.
-Que guapos nos vemos ¿verdad Lisa? — el comentario venia en que ella traía puesto un pants y una playera de entrenamiento igual que ellos pero para diferenciarla tenían una chamarra del mismo Real Madrid— pasas como uno más.
-Idiota—se carcajeo Lisa mirando su atuendo—la verdad es cómodo. Pero es que ustedes se ponen los pants como si la cintura la tuvieran en las nalgas.
-Es cómodo—se defendió Marcelo— lo has dicho.
-Así se les quita lo sensual—prosiguió por su Lado— tengo sueño.
-¿De verdad? —cuestionó Pepe— son casi las diez.
-No ha sido mi día—se defendió ella recordando su trágica vida— y mañana Cristiano hará un Hat-trick—murmuro convencida.
Todos soltaron una carcajada excepto este— ¿Cómo lo puedes adivinar?
-No sé—se encogió de hombros Lisa— corazonada, o tal ves ganen con más.
-¿Te has vuelto loca? —vacilo Di María— es levantarle el ego a Cristiano.
-Epa, si estoy seguro que puedo hacerlo—contestó el mismo— con corazonada o no. Lisa lo asesino con la mirada—esta bien ¿esta segura?
-Lisa, ya no sigas fumando—por primera vez Lisa escucho a Kaká vacilar con ella— ¿ves como reacciona tu cerebro?
-Los más grandes sabios lo hacían para decir sus frases más celebres—se defendió con una sonrisa divertida.
-Te odiamos—dijo Marcelo— Filosofa Hippie.
Se abrió el ascensor y salió Pepe, Di María, Lass y Canales.
-¿En que piso estamos? —pregunto Lisa mirándolos.
-En el 8—contestó Kaká— con Mesut, Khedira, Arbeloa…
-Ah—murmuró cuando sintió una punzada al escuchar el nombre de Mesut. Trato de ignorar aquello, seguía pidiéndole al cielo si una respuesta sobre aquel día ¿Qué iba a hacer sin Florian? A decir verdad, ya se sentía muy sola aun estando con él era, un vacio que el no podía llenar y sentía con fuertes ganas de llenarlo, desesperada pensaba queriendo encontrar la respuesta pero no podía hacerlo.
Se abrió el ascensor para que bajaran a su piso donde estaba las habitaciones, al final del pasillo se toparon con el resto del equipo.
-Que bueno es verte aquí—dijo la vos de Mesut con repentina alegría, Lisa le respondió con una sonrisa— ¿estarás en el partido?
-También me alegro de verte—contesto Lisa— al parecer me tendrás todo el santo día.
-Que tortura—vaciló— ¿y estas bien ahora? Digo, que bueno que te sientes mejor que ayer.
-Gracias—dijo ella— ¿ya te has acabado las cartas? Me lleve una sin querer, y te casaste con ella.
-¿La leíste? —dijo el con sorpresa
-No—dijo rápidamente— viene en un sobre, y salió un documento.
-Ah, mira que no lo sabia—se rasco la cabeza para luego soltar una risa con Lisa.
-¿Pueden dejar de hablar ese dialecto? —dijo Marcelo— ¿Qué hablan?
-¿Quieres saberlo todo? —preguntó Lisa, Marcelo asintió—aprende alemán.
-Mesut ¿Cuándo aprenderéis el español? —pregunto Iker que se detuvieron en una puerta el chico se encogió de hombros— seis meses.
-Los cursos más avanzados sonde ocho meses—lo defendió Lisa recriminando a Iker con la mirada— tienes suerte que sea tu lengua materna.
-Aja—vacilo cristiano— el castellano de Lisa es raro.
-Me encargare yo misma que Mesut no diga esas cosas de ustedes los españoles—comentó un poco tajantemente. Se sintió especialmente rara porque lo defendió en publico y de una manera muy encubierta, ella y el eran amigos, desde el día de ayer había quedado muy claro que tenían un cariño especial el uno para el otro.
-Que tía, ¿gustas de Mesut? —preguntó Kaká con ligero tono de sarcasmo— pobre Florian ¿no?
-No tengo novio—contestó la chica ignorando las fuertes pulsaciones que le causo esa pregunta, ¿en verdad lo hacia? No era posible— así que prácticamente no engaño a nadie.
-¿Ya no tienes? —preguntó de nuevo cristiano— Mírala. Le avisaremos a canales.
-¿Qué no tiene novia el? —dijo Lisa con una risa— ¿saben que es lo mejor que viene?
-¿Qué? —preguntaron todos.
-Que viene mi cumpleaños—sonrió ella dándose la vuelta para ir a su habitación—te entrego tu acta de matrimonio después—grito cuando llego al final del pasillo, ahí estaba su habitación.
-¿Qué te dijo? —pregunto Cristiano.
-Nada—contesto en español Mesut— nos vemos chicos—se despidió para ir a su habitación.
-¿Ya no esta con Florian? —pregunto Iker consternado.
-¿Viene su cumpleaños? —preguntó Kaká-¿Cuántos cumplirá?
-Creo que veintidós o algo así—dijo por su parte di María.
Termino siendo un buen día, todos descansaron el resto de la noche porque querían rendir muy bien en el próximo partido. Se levantaron temprano y a las diez de la mañana todos estaban en el restaurant para desayunar.
-¿Tendrás tiempo terminando aquí? —le pregunto el Míster a Lisa que se sentaba junto a ella— espero sea en hora buena.
-Eso espero—murmuró la chica un poco intrigada para después morder  su pan tostado con mantequilla y mermelada— Gracias por la oportunidad.
A las siete estaban concentrados en el Santiago Bernabéu, el equipo se mostraba un poco inquieto que ni las risas, ni las bromas resolvieron esos pensamientos. Tenían en mente lo que iban a hacer, a por la victoria. Casi a todos se les olvido que Lisa había predicho un 5-O o algo parecido a eso, pero ella estaba convencida en Cristiano Ronaldo; en las últimas semanas lo vio más activo que en otras ocasiones tal vez ahora de fruto el esfuerzo.
Lisa había acabado de repartir las playeras para Gonzalo cuando se tropezó con canales y casi se cae, si no fuese porque el chico la atrapo, hubiese ido a parar al suelo.
-Dale un beso—vacilaban unos.
-Recompensa Lisa—gritaban los otros. El chico se sintió nervioso de los pies a la cabeza, le gustaba y casi todos lo sabia; era un gusto pasajero y normal, el estaba feliz con su novia cosa que no iba a cambiar por un beso.
-Cálmense—les dijo Lisa que recupero su posición antes de que Sergio lo pensara.
-Os llama Mou—grito en la puerta de los vestidores Karanka—es ahora.
-Suerte—deseo Lisa con evidente euforia, sin esperar a cambio la mayoría se despidió de ella con un beso en la mejilla y desde ahí supo, que de verdad les quería a todos.

sábado, 12 de febrero de 2011

9.-Algo de que Hablar

-fanfic-

CAPITULO DEDICADO A LAS ÖZILERAS:)'

El once blanco saltó al Coliseum con la idea de finiquitar el partido cuanto antes. Los de Mourinho saben que cuando se ponen por delante en el marcador son imparables y con esa mentalidad saltaron al césped. En el minuto 9, Di María se interna en el área, Mané le agarra y comete penalti. Cristiano Ronaldo, encargado de ejecutar el penalti, hacía el 0-1 en el marcador. Sin tiempo para que el Getafe reaccionase, otra vez Di María mete una asistencia perfecta para Özil que, con una gran maniobra, bate a Codina. Minuto 18 y 0-2 en el marcador. Al Getafe, aturdido por los dos goles, le costaba entrar en el partido. Aún así, los de Michel recompusieron líneas y se lanzaron a buscar un tanto que recortase la distancia. En el 29 de juego, una gran acción individual de Parejo iba a llevar el 1-2 al marcador y la emoción a las gradas del Coliseum.

El gol del Getafe dio fuerzas a los locales, pero el Real Madrid, bien plantado sobre el césped aguantaba buscando una contra que cerrase de manera definitiva el partido. Di María era un peligro constante y la defensa getafense sólo podía frenarlo a base de faltas. Cristiano Ronaldo pudo hacer el 1-3 en una gran acción de Benzema
, pero no llegó al balón por poco. Así se llegó al descanso.

La segunda mitad comenzó con un cambio en el Real Madrid. Khedira
 entraba en el campo sustituyendo a Lass, que tenía una tarjeta amarilla. En el 54' Benzema tuvo el gol en sus botas tras una asistencia de Di María, pero el balón se le fue arriba. En el 56' un grave error en el despeje de Codina iba a provocar el 1-3. El meta del Getafe despeja mal un balón sencillo, la pelota le llega a Benzema que cede a Cristiano que controla dentro del área y bate a un aturdido Codina. El portugués ya suma 19 goles y el Real Madrid parecía cerrar el partido. El conjunto azulón se vino abajo y los de Mourinho se hicieron con el mando y las ocasiones para hacer el 1-4 se sucedían. Benzema y Di María tuvieron dos clarísimas ocasiones pero faltó precisión en el remate.

En el 75 de juego se produjo lo que el madridismo llevaba mucho tiempo esperando: ver a Kaká sobre un campo de fútbol. El brasileño sustituyó a un Benzema que dejó destellos de su clase durante los minutos que estuvo sobre el césped. El Real Madrid iba a jugar los últimos nueve minutos de partido con uno menos por la expulsión, por doble amarilla, de Arbeloa.
 Eso provocó que el Getafe se viniese arriba y en el 84 de juego recortase distancias por medio de Albín. Un minuto después, Mourinho sacó a Garay al campo sustituyendo a Özil para recomponer la defensa y mantener el resultado. El Getafe achuchó en los instantes finales, pero el Real Madrid supo sufrir y llevarse los tres puntos del Coliseum. Ahora toca el trámite de la Copa en Valencia y el domingo partido grande ante el Villarreal, tercero en el campeonato liguero.
-¿Qué traes con Lisa? — le pregunto en un susurro Cristiano a Mesut.
Sorprendido por la pregunta tomo asiento en el autobús y este se sentó a su lado— No traigo nada ¿Por qué?
-Los he visto—murmuró— No tengo nada contra ustedes, pero ella tiene novio.
-Lo sé.
-¿Entonces si hay algo? — preguntó de nuevo.
-Que no hay nada—contestó irritado— ella es mi amiga como es de ustedes, tal vez estar con ella cuando Daniel murió nos hizo más unidos o yo que sé.
-Vale—dijo calmado— pero esta buena, serias un suertudo.
- solamente por tenerla a ella—murmuró, Cristiano lo miro con ojos perspicaces.
-¿Somos amigos? —Mesut asintió— si te gusta no importa, a Canales también le gusta. Es natural.
-No tengo idea si me gusta—dijo honestamente— lo único que sé es que no la puedo sacar de mi mente.
-Ese tal Florian, no me cae nada bien—dijo por su parte Cristiano entrando a la platica— ¿y quien te dice que no la engaña en el Hospital? He visto series de esos hospitales.
-No creo que Lisa se deje engañar de nuevo.
-¿Cuál es la nueva Míster? —escucharon que decía Benzema.
-Ya he felicitado su partido de hoy—dijo José Mourinho, Mesut y cristiano se habían perdido gran parte de la plática— además, debemos hacer algo para animar a Lisa.
-¿Por lo de Daniel? —pregunto Marcelo.
El entrenador asintió— Nos acompañara al resto de los partidos de la temporada.
-Es una buena—dijo Iker— ¿Os habéis dicho?
-Aún no— contestó Mou— espero termine lo que he mandado y le diré.

Habían sido unos buenos días para Lisa, se paso los siguientes días haciendo lo que José le había encargado. Tenía pilas de papeles, fotografías que pasarían a la web y traducciones cuando lo requerían; Florian había estado atento con ella, le gustaba que nada hubiese cambiado entre ellos, porque cuando tenia tiempo libre en el hospital la iba a ver a donde estuviese. ¿Ahora hablaba en serio? Porque le gustaba el hecho de que no recordaba a Daniel llorando, era increíble lo que lograban unas personas y una de ellas también era Mesut.
Eran las once de la mañana en la ciudad deportiva Valdebebas, un entrenamiento a puerta abierta y aunque solo fuesen quince minutos disponibles Lisa pudo ver a las fans de todos ellos, le inyectaban buena vibra sin duda pero las que más le llamaron la atención fueron las fans de Mesut Özil.
Eran tan entregadas, divertidas, de verdad lo amaban; se acerco a ellas aunque estuviese del otro lado de las mallas— ¿De verdad son fans de Özil? —pregunto ella con una sonrisa. Espero la respuesta porque no todas la habían oído, una chica de cabello oscuro se acerco a ella.
-Por supuesto, Özileras hasta la muerte—contestó la chica orgullosa.
-Me encanta—dijo con honestidad— ¿Quieren un mensaje para él? Se lo puedo dar.
-¡La puta madre! —exclamó con un grito— ¿Habláis en serio? ¿O nos troleas?
-También me considero fan de él—le dijo— es asombroso.
-Y Guapísimo— en eso estaban de acuerdo las dos. Tenia un no se que, que le encantaba; tenia ojos cafés y apasionados, unos labios delgados atractivos, junto con sus miles de lunares en la cara pero solo había uno que la volvía loca, el del cuello. Pero no se olvidaba de su cabello, era sedoso, suave y hermoso. Lisa cerro los ojos dándose ligeros golpes con la reja “No te debe de gustar” se repetía dentro de si misma “Tienes a Florian, que esta hecho un forro”.
No se dio cuenta y ya tenía un montón frente a ella, por supuesto todas ellas fans de Mesut.
-Chica ¿Cómo se lo daréis? —pregunto otra morena.
-No tengo idea, pero les aseguro que el los tendrá—dijo ella convencida— enserio confíen en mi.
-¿Cómo es que estáis del otro lado de la malla? —pregunto la primera que conoció.
-Se los diré pero si me prometen no publicarlo, ya saben en sus páginas Web—pidió con sinceridad— por que si no…me va ir mal y no podre pasarle cosas a Mesut.
Las chicas dudaron por unos minutos, pero no había otra cosa que quisieran que el chico que amaban supiera de su existencia— pero si nos informáis que el lo recibió, algo así como una foto.
Lisa dudo por un instante— Hecho.
-Bueno, ¿Cómo te llamas? —pregunto una chica de mas o menos de su edad. Con ojos verdes— Somos Any, Solei, Larissa, Sonia, Liliana, Sandra, Cassandy.
Lisa intento memorizar las caras de todas porque no le gustaba que si las llegase a encontrar en algún lugar, no reconocerlas si ella se acercan.

-Mucho gusto—dijo sonriente— mi nombre es Lisa.

-¿Cómo os damos las cartas? —preguntó la del nombre de Sonia la primera con la que entablo una conversación— En dos minutos cierran las puertas.
-Métanlas en una Bolsa—les dijo— péguenle una etiqueta o con un plumón que diga LISA GIONETTÍ, vayan con el guardia y digan que es Urgente que me la entreguen que estoy adentro.
-¿Estáis segura que funcionara? —pregunto Liliana
-¿Alguna me da su móvil para avisarles? —pregunto Lisa mirando hacía el campo, Garay la miraba curiosa. Incluso la gente comenzaba a notar la conversación— solo les hare favor a ustedes ¿entienden?
Las chicas asintieron con una inmensa sonrisa, una de ellas saco una hoja de papel anotando un numero con un bolígrafo que traía, lo hizo bolita para introducirlo en los huecos de ahí hasta que llego a las manos de Lisa.
-Sois un Ángel—dijo una— tendréis una nota en nuestro club. Y las Özileras sabrán que hay una chica que nos cumplió un sueño, por supuesto no revelaremos nombre.
-Gracias—dijo avergonzada— lo hago porque le quiero.
-Nosotras también—dijeron con un poco de recelo. Lisa se alejo despidiéndose de manos, en cuanto dio la vuelta Karanka la llamaba; esta fue corriendo a su lado.
-¿Qué estáis haciendo? —quiso saber curioso— venga, ayúdame a darle los chalecos.
Lisa se acerco al banquillo donde estaban las cosas que utilizaban siempre depósito su cámara en su bolsa, y tomo los chalecos para acercarse a Karanka— ¿A quienes se las doy? Miro hacia las gradas y estaban sacando a la gente, sus chicas…ya no estaban al menos no sabrían que ella tenia contacto directo con ellos. Sonrió feliz.
-Granero, Xabi, Pepe, Lass, Kaká y Cristiano—contesto caminando hacia Mou— y gracias.
-Oiga Míster ¿Qué es lo que me quiere decir? —pregunto Lisa acercándose.
-Aguanta Lissy—murmuró el— tenemos que ver que eficiente eres.
-Yo soy bien eficiente—se defendió apartándose. En silencio les entrego los chalecos a los cuatro primeros pero en cuanto llego con cristiano y Kaká que se encontraban juntos— mira quien esta aquí.
-¿No te sientes mal por estar abusando de nosotros? —vaciló cristiano tomando el chaleco.
-La verdad no—vaciló— es como Navidad, Once cuerpos para mi sola.
- Ya me habían hablado de ti—dijo Kaká con una sonrisa que la dejo sin aliento— que bueno que ya te conocía, todos presumían que no sabia de que me perdía.
-Pues ya ves—sonrió con las mejillas calientes— ¿Han visto a Özil?
-Aja—dijo Cristiano alzando las cejas, Lisa no entendió lo que quiso decir— Con Kedhira.
Lo busco hasta que lo pudo ver yendo al banquillo, tenia que avisarle al meno de lo que ella había planeado sin previa autorización.
-He hecho algo que puede que te enfade—llego diciendo con una cara de que no quería que le dijera que no, el se giro para mirarla— tus fans me han dado cartas para ti, bueno todavía me la darán y les dije que yo te las podía entregar. Y aparte tengo que tomarte una foto con ellas para que vean que fue verdad, se que no te avise en nada pero es que, te quieren bastante y te apoyan. Y me pareció bien eso.
-¿Por qué crees que me enfadaría? —le pregunto el con una sonrisa deslumbrante— Gracias por ser portadora de ellas.
-Yo haría cualquier cosa por ti—contestó ella sin pensarlo. Ambos se miraron sin poder dar crédito a lo que ella había dicho, quiso componer las palabras pero en parte eran verdad. Ella sonrió a lo que el le correspondió y más animado regreso al campo del juego.
-¿Es tu celular? —preguntó uno de los del equipo de entrenamiento, Lisa no recordó su nombre— la canción mola.
-Esta buena—contestó ella tomando su móvil se alejo de ahí cuando miro el numero. Tenía miedo de contestarlo, pero si había llamado iba a ser por algo—Hola Mamá—contestó con una voz temblorosa.
-¿Hija? ¿Cómo estas? —pregunto con voz serena.
-Bien mamá ¿Por qué llamaste? —preguntó Lisa con curiosidad—¿Ha pasado algo malo?
-Solo me he enterado de que Daniel ha muerto ¿te encuentras bien? —dijo su madre con preocupación.
-Si mamá, mis amigos me han ayudado a no pensar en eso—contestó— me da gusto oír tu voz. ¿Cómo te ha ido en Navidad?
-La he pasado con tu Hermano Caleb—contestó su madre con repentina alegría— ahora, ¿en verdad quieres seguir en la fundación?
-Mamá, solo estaba en ella por Daniel y ahora que no esta.
-Decías lo mismo con tu padre—dijo tajantemente su madre— ¿estarás huyendo de nosotros hasta que todos acabemos muertos?
-No estoy huyendo de nada…
-¿Por qué no pasaste Navidad con nosotros?
-Por que ustedes no me han llamado, no tengo una sola llamada desde hace seis meses—contestó ella con furia— ¿Me has llamado para eso?
-Tal vez, en verdad Arianita te ha hecho muy mal estar en ese mundo deportivo. Eso es de hombres.
-Me va muy bien—contestó la chica con frialdad— me han hecho sentir parte de una familia, más que ustedes.
-¿Entonces, seguirás los pasos de tu padre? —preguntó. Entonces Lisa sintió una holeada de tristeza.
-¿Me hablaste solo para recordarme que esta muerto? —pregunto Lisa con voz débil.
-No Querida—contestó su madre intentando guardar distancia — Saúl se va a casar dentro de dos meses. Así que el quince de enero será la cena familiar ¿vas a venir?
-Lo voy a pensar.
Y colgó el teléfono sintiendo un enorme hueco en su corazón. Recordó con claridad lo que le había dicho Santiago la noche en que su padre había muerto.
-Al principio, vas a querer llorar mucho y vas pensar que pudiste haber hecho más—le dijo mirándola directamente a los ojos— pero la verdad es que no. Hiciste todo lo que pudiste, recuérdalo siempre Lisa, Hiciste todo lo que pudiste. Al recordarlo te va a doler mucho, pero con el tiempo…el dolor va aminorando. Para cuando te des cuenta y llegues a recordarlo, va a ser menos; lo vas a recordar pero solo te dolerá un poquito.
¿Un poquito? Se pregunto Lisa en medio de aquella cancha al aire libre. Su madre le había tocado la herida con brusquedad, su madre que no había tenido la decencia de llamarle para desearle una buena navidad ¿Qué es lo que Lisa le había hecho? ¿Merecía tal trato? Por que no tenia sentido las palabras que le había dicho. Ahora se acerco a Mourinho interrumpiendo su discurso— voy a adentro.
-¿Qué te paso? —pregunto José dándose cuenta del cambio de su estado de animo.
-M-me siento… mi madre ha llamado y, no ha salido bien.
Asintió sin querer saber más— ¿sobre tu padre? —pregunto un poco más atrevido. Lisa alzo la mirada y lo miro llena de confusión— ¿o no?
-¿Cómo sabes de mi padre? —preguntó ella—¿Te dijeron algo? — lanzó una mirada al grupo de once que trabajaban en rotación —.
-No, no fueron ellos—contestó José sintiendo que había metido la pata— solo fue una pregunta Lisa, ve adentro enseguida terminaremos.
-¿Le puedes decir a Mesut que quiero verlo? , en cuanto termine que me vaya a ver—pidió ella.

José Mourinho asintió dándole palmaditas en la espalda. Lisa regreso dentro de los vestidores hecha un lio, no esperaba que resultara así; porque ahí recordaba que todo es improbable, nada es predecible, tenia que recordarse así misma que las cosas pueden cambiar en tan solo unos minutos. Tenia los sentimientos a flor de piel, estas cosas le pasaban una vez al mes y eso si se dejaba atrapar por la tristeza quería poder decirle a su padre que no estaban nada mal sin el aunque era cierto, que podrían estar mejor; pero que eso sí, pensaba en el cada día. Y tal vez Santiago tenía razón, cada vez dolía menos pero, no quería que por la muerte de su padre ella acabase sin familia y eso estaba logrando; y le llego un inmenso dolor en el pecho, recordando a Daniel...en verdad ya no iba a estar ahí con ella, nunca más. ¿Acaso todas las personas que ella amaba iban a morir? No quería querer a más personas, era doloroso perderles y peor aún darte cuenta después lo mucho que los necesitas.

Marcelo se había tirado al suelo agotado, Pepe y cristiano lo rodeaban mientras murmuraban cosas para hacerlo levantarse; Granero, Álvaro, Lass, Sami y el resto estaba con el Míster, les daba indicaciones de lo quería que mejoraran, los quería puntuales al día siguiente para entrenar. Salvo Sergio Ramos que tenia una entrevista con el Real Madrid TV.

-Özil—dijo por su parte Benzema— es hora de la maniobra de la muerte.
-¿Van a comenzar con sus estupideces? —pregunto Iker.
-Tengo una tremenda sed—llego Di María tirándose al pasto— Me dejan la frutilla de Mango.
-¿Un chupirul también? —pregunto Marcelo.
-Ese es el quieres tu ¿no? —vaciló Mesut sentándose en el pasto.
-Tíos, ¿que van a hacer el siete en la noche? —llego preguntando Canales—me ha llegado el nuevo de Grand The Auto
-¿Ya lo tienes? —pregunto Mesut 
-¿Cómo es que te ha llegado primero a ti? —pregunto Sami
-Tenemos que ir a jugarlo—dijo Benzema.
-¿Se han oído? —vaciló Marcelo— somos las estrellas del Real Madrid y lo más impresionante que hacemos en las noches es jugar videoconsola.
-Hay veces que salimos—defendió Di María.
-No todos somos rompecorazones como ustedes—dijo Sami encogiéndose de hombros.
-El propósito de nuevo año es revelarse—dijo Mesut explotando su escaso español comparado a todos los de su entorno— ¿Serán los maestros? 
-Fuck Yeah—murmuro Cristiano.
-Lo dice aquel que tiene un hijo—la voz de Iker sonó débil lo que hizo estallar en carcajadas a todos ellos.
-ÖZIL—llamo Mourinho— ven por favor. Los demás lárguense a la ducha, apestan a cebolla.
-y también a Ajo—dijo por su parte Pepe. Se levantaron poco a poco y emprendieron su camino a los vestuarios, Mesut extrañado se acerco al Míster.
-¿Qué puedo hacer por usted? —pregunto el chico.
-Lisa quiere hablar contigo—le informo— creo que después de la llamada de su madre no esta mejor, espero no le hayas dicho nada.
-No he dicho nada que ponga en peligro su amistad—contestó el con una sonrisa, le agradaba mucho la idea de que Lisa quisiera verlo— Hasta pronto Míster.
-Cuídala muchacho—dijo este despidiéndose y caminando directo a Karanka.
- ¿Lisa? —pregunto Mesut a Ricardo.
-Creo que Kaká sabe—contesto este. Fue a buscarlo a las duchas.
-KAKÁ—lo llamó y este se acerco con la toalla alrededor de su cuello— ¿Lisa?
-Esta en la habitación de guardias—le contestó— ¿Has dicho algo?
-Claro que no ¿Por qué?
-Algo le pasa…no se, quiere que vayas.
-Iré a verla—contesto el chico con una sonrisa pero se preocupaba por lo que le podría pasar así que se apresuro a llegar a la sala aquella y en cuanto abrió la puerta Lisa se lo quedo viendo se sintió aliviada— ¿Qué te ha pasado Lis?

Se levanto para ponerse frente a él, podía haberle dicho a Iker o Xabi, incluso a Kaká porque era a los que más confianza le tenia pero, quería decírselo a Mesut; porque el había estado presente con ella cuando perdió a Daniel, le daba confianza, seguridad y valor. Mesut coloco sus manos en sus hombros para mirar a sus grandes y bellos ojos color avellana, le causo un escalofrío caluroso, pudo ver que había estado llorando, sus ojos estaban llenos de agua y estaban ligeramente rojos—Extraño a mi papá.
Dijo ella atrapando a Mesut con sus brazos, quería que le correspondiera, quería que la consolara y eso hizo él, apretarla fuertemente contra su pecho. Entonces ahí supo algo, a Mesut le gustaba Lisa y, tenia la impresión de que era un gusto mutuo; pero no podía estar seguro, ella se había mostrado así con todos, pero le gustaba la idea de que lo había elegido para algo tan delicado como eso. Estaba dispuesto a que su trago amargo pasara rápido— Estoy contigo—fue lo único que le pudo decir. A Özil le gustaba el perfume que traía Lisa y el olor a frutas que tenia en su cabello, también le gustaba en la forma que esa playera azul que dejaba descubierto un hombro de ella, era la única parte atrevida de su atuendo del día de hoy. El color azul hacia ver su piel apiñonada como si fuese un acto de bronceado y que podíamos decir de Lisa, sabia que había sido muy atrevida en ese momento pero era lo que quería y algo le decía dentro de ella que Mesut no iba a negarle un abrazo y menos con lo guapo que se veía en día de hoy, y lo atractivo que lucia sudado, ese abrazo logro apartar su mente de sus malos recuerdos haciéndola pensar que Mesut Özil la había abrazado.

Sonaron dos golpes suaves provenir de la puerta, ambos sin pensarlo se separaron y Lisa fue atender.

-Señorita Gionettí le ha llegado un paquete, dicen que es urgente.
-Son las cartas-murmuró Lisa con una sonrisa girándose para mirar a Mesut que estaba absorto en sus pensamientos—Mesut— lo llamó— es lo que te he dicho.
Lisa abrió la puerta sonriente salió de ahí para caminar en el pasillo y recibir el paquete, firmo un comprobante y el chico se fue.
-¿Lo de mis fans? —preguntó este ya afuera.
-Vamos al comedor—le contestó ella.
-Deja que me de una ducha y nos vamos ¿vale? —dijo él porque se sentía un poco sucio, Lisa asintió con una sonrisa. Ambos se fueron a sus respectivos lugares.

La puerta de aquella habitación se cerró con fuerza, haciendo saltar a quien estaba dentro.

-No creo que sea conveniente que sigamos con esto—dijo la voz de José Mourinho con cierto tono incomodo— ¿Por qué no le dices de una buena vez lo que pasa?
-No esta preparada—contestó un señor con pocas canas, conservado pero muy elegante; las manos las mantenía unidas— ¿Las has visto hoy?
-Creo que su madre le hablo por fin—contestó Mou caminando hacia la silla frente al escritorio para sentarse— y no le ha ido muy bien.
-¿Hablo con Gabriela? —preguntó el señor exasperado— ha ido muy bien últimamente.
-Pues sí—contestó José— pero Florentino, es una muchacha muy lista; en unos meses se dará cuenta que es una farsa.
-Entonces veré que voy a hacer hasta que pase—contestó el señor. Que era nada más ni nada menos que el presidente del Real Madrid; mantenía una relación con Lisa que siquiera ella lo tenia en cuenta, temía que lo descubrieran así que pinto un cuadro muy bonito, vendible para toda muchacha trovadora—Eso es todo Mourinho, gracias y espero mantengas el trato.
-No fallare Florentino—contesto el entrenador saliendo de la habitación. Camino hacia los pasillos y para perturbar su conciencia pudo ver a Lisa y Mesut que hablaban animados con un montón de papeles en su alrededor, reían, este muchacho la escuchaba y pudo escuchar también que practicaban el español del alemán. Sonrió satisfecho, al menos tendría personas que la revalidaran si estas cosas saldrían mal, cerró los ojos intentando ignorar sus pensamientos preocupantes aún tenia una estrategia por hacer y solamente quedaban pocos días para el siguiente juego.
La puerta sonó con dos ligeros golpes, Lisa se levanto animada sabiendo a quien iba ver al abrirla.
-Has llegado—dijo ella con una sonrisa. El la miro a través de sus ojos verdes relucientes pero agotados, la miro como si fuese el premio al final del cereal, como si fuese el premio por haber trabajado todo el día. Florian traía la pijama quirúrgica con sus respectivos tenis, esbozo una sonrisa a medias para entrar y saludar a Lisa con un beso.
-Tengo que regresar—contestó este caminando a la sala— descanso cuatro horas y eso que una cirugía se cancelo.
-¿Y Santiago? —pregunto Lisa caminando a la cocina— ¿Quieres algo de tomar? ¿O de comer?
-Un café me sentaría bien—contestó desde el sofá— me ha dicho que vendrá mañana en la tarde, tiene guardia también hoy.
-Odio sus trabajos—murmuro ella para si misma mientras ponía en marcha la cafetera; a veces odiaba no verlos siempre, odiaba que no tuviera una profesión tan dedicada y hermosa como la de ellos pero así lo había querido ella y no se arrepentía en nada de sus decisiones—Te extrañe.
Florian no evito sentirse halagado, pero sabia que algo había cambiado desde la ultima vez que se vieron; le gustaba la manera en que ella decía sobre sus sentimientos sin sentirse acongojada, enojada o débil; había cambiado y en eso tenia tanta razón—Pero ahora estoy aquí—contestó atrapándola con sus brazos, ella dejo que el repartiera besos por toda su cara— intentare no dormirme
-¡Que dices! —dijo ella sentándose en el mueble, el se acostó colocando su cabeza en las piernas de Lisa— anda duérmete, que tienes unas ojeras horribles.
-Gajes del oficio—contestó el mientras ella lo miraba atentamente, era tan guapo y estaban de nuevo juntos. Pero de una manera libre y más rara que la otra vez— ¿Cómo te ha ido hoy?
-Bien—contesto ella en un susurro— me han tomado medidas pero Cristiano dice que es para un traje, no quiero llevar un traje de gente sin diversión—se quejó— y estuve con fans de Özil.
-Pero te ves fantástica de traje—dijo por su parte con una sonrisa picara— por cierto, ese ojos de pescado ¿verdad que estuvo en el Werder Bremer?
Lisa sin pensarlo dos veces le propino una cachetada en la mejilla, abrió los ojos asustada pero intento calmar su fuero interno—No tiene ojos de pescado, se llama Mesut Özil es un alemán-turco. Y si te vuelvo a escuchar que le dices así Florian....
-Ah sí, alemán—vacilo tallándose la mejilla— No le veo el sentido a tu enojo Lisa pero, te hare caso prometo no decirle de nuevo así ¿contenta?
-Perfecto—contestó ella inclinando la cabeza para besarle— tu eres un alemán racista.
-No soy racista—se defendió ofendido—  sólo nombro a los ¿Cómo le dices? Paisano.
Lisa rio dulcemente—puedes dormirte.
-¿Segura? —pregunto él con los ojos cerrados, agotado y resistiéndose a estar despierto— seria muy molesto.
-Duérmete—le dijo ella dándole otro beso— descansa.
-Te quiero—murmuró el con honestidad.
-Yo también—contestó ella.
-Gracias
-De nada.