jueves, 10 de febrero de 2011

7.-Temporada de Fiestas

-fanfic-

Era el quinto día en el cual Mesut estaba en casa con su familia. Había sido significativo, lleno de nuevos recuerdos, y memorable. Se la había pasado los últimos tres días contando como era su vida ahora en España, sin Anna, los amigos que había hecho, el excelente camino en el cual iba su carrera. Su casa, lo feliz que era ahora sin poder preocuparse en atender emocionalmente a alguien. Y por su parte, sus padres se encontraban felices y aliviados que su hijo no pensara en Melek. Aunque cuando menos lo esperaba Mesut, se dejaba caer en la depresión y recuerdos que lo atormentaban, había sido de verdad unas semanas oscuras, en las que se sentía mas desanimado que nunca. Se iba a casar con ella, ¿Por qué había pensando si quiera en convertirla en su esposa? Sin duda había estado ciego, y enamorado de la persona equivocada.
Pero de eso se trataba ¿no? De probar y de conocer para que cuando el decidiera proponer algo de esa magnitud estuviese te acuerdo y lo sintiera de todo corazón, la próxima vez que le propondría algo a así a una chica debería estar decidido.
-A la seis mamá, ¿Por qué? —pregunto el hijo con los ojos puestos en la consola de videojuegos.
-Ella es Lisa—murmuro su hermana Duygu— mira Nese
-¿Qué hacen? —pregunto Mesut con la mirada puesta en el par.
-Es la animadora ¿no? — Dijo a su vez su hermano Mutlu — déjame verla.
-Hey, el móvil es privacidad—dijo Mesut, poniéndole pausa al juego y caminando hacia sus dos hermanas— y no es animadora. Ella tiene dos carreras.
-¡Vaya! —dijo Duygu— ¿Tiene treinta años? Esta vez aumentaste la edad.
Nese y Mutlu rieron, Mesut los miro con desgana. No le gustaba que hablaran de su antigua pareja— que bueno que ya me voy en unas horas.
-Para ver a Lisa— vacilo Mutlu— anda quiero ver la foto.
-Ahí esta mira, es la de pelo castaño— su hermana Nese le aventó su celular a su otro hermano, este lo atrapo sin problemas— el otro es cristiano.
-No tiene treinta años—murmuro su hermano mirando su celular— y es…sensual.
-Parece decente—dijo por su parte Duygu— no es el tipo de Mesut.
-¡MAMA! — dijo Mesut dándole una mirada recelosa a su hermana— están espiando mis fotos. Sin esperar respuesta de su madre camino para arrebatarle el teléfono a su hermano, y miro la foto de la cual hablaban. Recordó que había sido cuando Özil metió su gol en la Champions, todos estaban en el autobús incluyendo a lisa que se había escabullido –después le habían llamado la atención a todos- estaban ahí los cuatro, Cristiano, Lisa, Iker y el— es más bonita en persona—murmuro Mesut casi tan bajo y se sorprendió haberlo dicho. Metió su celular en su bolsillo y se fue a sentar de nuevo frente a la consola.
- ¿Lisa es la muchacha que nos envió saludos?—llego diciendo su madre con serenidad— ¿estas pensando ya en muchachas, Mesut?
-Claro que no mamá—contesto el hijo clavando la mirada en el juego— he dicho, mí carrera es primero. Lisa es parte de mis amigos de Madrid.
-Eso me gustaría— dijo su madre con una sonrisa, mirando a su hijo. Sin duda su vida era exitosa, sus sueños se están cumpliendo y tenía la esperanza que con ello encontrara a una muchacha decente, buena y que lo quiera; no como Melek que, no tenia respeto ni por sus mismos padres. Siempre tenia en duda en el lugar donde Mesut la había conocido pero, eso era parte de su pasado— Espero ya pienses mejor las cosas para la próxima vez.
-¿Próxima vez en que, mamá?
-En que pidas matrimonio—le contesto con voz firme— porque la primera señora que te deslumbro, te fuiste como perrito tras de ella.
Sus hermanos trataron de aguantar la risa, Mesut odiaba cuando le recriminaban sobre Anna; el estaba tratando de olvidar todo eso— ¿Podríamos cambiar de tema? Podríamos hablar en que Duygu ama a esa niña.
-Que no es niña, es Justin Bieber— se defendió su hermana.
-En vez que escuches música buena, escuchas al Justin— dijo por su parte Mutlu.
-Ah mira, quienes escuchan rap o hip-hop— dijo Duygu— no se les entiende nada.
-Pues ese Justin parece una muchacha—dijo la madre de ellos. Todos se soltaron a reír por el comentario; era bueno tenerlos como familia, pensaba Mesut. Ojala Lisa se reconcilie con su familia, ella merecía ser feliz. Ignoro esos pensamientos y prosiguió jugando con su hermano, esperarían a su padre y luego lo irían a dejar al aeropuerto.
Por su parte, Lisa había pasado la mejor noche hasta ahora. Había recordado lo que era pasar una navidad en familia, con canticos, con risas y una buena comida; ahora ella contaban con alguien más, le gustaba que sus amistades se hicieran más, y más. Y lo mejor de todo que estaban resultando sinceras, Iker era una especie de hermano mayor que Caleb había dejado de ser.
Se había quedado dormida en el cuarto de huéspedes en la casa de Iker, no tenia mucho que se habían acostado y eso era porque a Sara se le había ocurrido la gran idea de poner el Karaoke, eso había creado una larga noche lleno de risas, burlas pero sin duda buenos momentos. Los papas de Iker y Sara le recordaban en cierta forma a los suyos, le gustaba que los matrimonios duraran, aunque ella estaba segura de que nunca podría durar mucho tiempo queriendo a alguien, le gustaba ver a otras personas felices.
Se dio un baño, y bajo las escaleras para irse a su casa. Esperaba no despertar a nadie pero era demasiado tarde, estaban desayunando, y lo supo por los ruidos de la sala del comedor así que no le quedo más remedio que ir hacia allá.
-¿Quieres comer? — pregunto Iker desde su silla.
-Muchas gracias— contesto ella con una sonrisa— he quedado con Santiago a desayunar. En verdad muchas gracias por recibirme ayer— dijo con honestidad mirando a la pareja de ensueño que tenía enfrente— Me he divertido mucho, gracias por una bonita navidad.
-Cuando quieras Lisa— dijo Sara con una sonrisa. Ella se acerco para despedirse— deberíamos salir algún día.
-Claro— convino Lisa— solo márcame. Nos vemos Iker.
-Adiós Lisa—se despidió Iker— acuérdate mañana es reunión ¿eh?
-Claro, claro—dijo ella recordando— Hasta luego.
Antes de salir miro a su alrededor, que casas tan bellas tenían todos ellos. Ojala algún día tuviera una así con diez baños, con quince recamaras y todos esos lujos; pero le gustaban las casas chicas y acogedoras, como en la que vivía ahorita con su mejor amigo. Recordó que era más seguro encontrarlo en el Hospital así que, dirigió su marcha al Hospital Regional; las calles lucían vacías, tenía los ojos hinchados tal vez o solamente cansados por no haber dormido mucho.
Sabría que hacer desde que llegara al Hospital, ir por un café. Y también era buena fecha para ir a visitar a Daniel, saco de la cajuela el álbum de fotos que en el que ella había trabajo los anteriores días.
-En cinco minutos pueden llegar las visitas— contesto la enfermera del departamento de pediatría. Se sentó junto con el resto de familias que esperaban visitar a sus familiares cuando vio el elegante caminar de Florian, este la reconoció con una gran sonrisa en su rostro.
-Lisa, que te trae por aquí—saludo parándose frente a ella. Lisa apenas pudo sonreír, y suspiro para componer su tono de voz.
-A visitar a Daniel y—carraspeo la garganta— Santiago me dijo que pasara por él.
-¿No quieres tomar un café? —pregunto él amablemente.
-Prefiero estar con Daniel—dijo con frialdad.
-También puedo arreglar eso— dijo esta vez con una sonrisa arrogante; ella lo miro a los ojos— podemos tomar un café, y con Daniel. ¿Te parece?
-¿Por qué insistes tanto? —pregunto ella irritada. El no contestó pero la miro de nuevo, se paso una mano en la frente y luego la puso en su cintura— Esta bien.
Lo acompaño hasta la habitación 031, efectivamente estaban Daniel. Sin cabello, mirando atentamente a la televisión con ojos agotados y más blanco que de costumbre. Lisa se asusto por verlo así, pero el niño giro la vista y sus ojos se le iluminaron al ver a la chica parada en la puerta.
-¿Cómo amaneciste chaparro? —le pregunto ella con una sonrisa caminando hasta su cama— he venido a verte en navidad.
-¿Y me traes un regalo? —dijo mirando el álbum de fotos con una voz feliz pero débil.
-Primero se dice Feliz navidad Daniel—dijo esta vez Florian acercándose a ellos dos— Lisa se podrá ofender por tu interés.
Lisa rio débilmente— ¿Viste? —dijo Daniel mirando a Florian— te he dicho que ella vendría a verme, y pase otra navidad.
-Y pasaras otro año nuevo— dijo por su parte Lisa— el Dr. Fitz tiene que ir por una silla de ruedas ¿verdad? —lo miro ahora con una sonrisa angelical, el lo había prometido y no se pudo resistir.
-¿Voy a salir? —Preguntó Daniel con los ojos entrecerrados— estoy muy cansado Lissy, ¿no podemos quedarnos aquí y que Florian nos traiga un chocolate?
-No puedes comer chocolate Daniel—dijo Florian con las manos dentro de su bolsillo— tienes una quimio en unas horas. Lisa sintió que se le apachurraba el corazón tras escuchar la respuesta de ambos, pero no tenia que mostrarse compasiva porque si no, Daniel se iba a molestar.
-Para Lisa—contesto el niño— si quieres recuperarla, tienes que traer un chocolate.
Sin poder evitarlo, Lisa y Florian se miraron— Estaría bien un chocolate caliente—murmuro ella para que el saliera de la habitación. Y lo hizo— Bueno, te entregare tu regalo ¿si?
-Yo también te tengo uno—contesto el niño sonriendo con los puños cerrados— pero primero las mujeres.
-Que caballeroso eres—sonrió lisa dejando su bolso a un lado. Daniel hizo un lugar para que Lisa se sentara junto a el en la cama—Cierra los ojos.
El niño le hizo caso y entonces ella le entrego el álbum en las manos enseguida abrió los ojos y comenzó a hojearlo. Cada vez sonreía con más fuerzas, le gustaba lo que le había regalado, las otras fotos las conocía y se adelanto hasta donde estaban las fotos cuando fue a Visitar el Real Madrid— Mira, ahí estoy con Cristiano—señalo el niño con el dedo la fotografía, miro el contorno y tenia estampas del mismo equipo y con pelotas de futbol— le has agregado más.
Y lo hojeo un poco más— mira Mesut Özil, y ahí sales tu— Lisa miro la foto. Y le gusto mucho como lucia en ella, con una sonrisa sincera y ojos amables; y recordó que así se sentía cuando estaba junto aquel chico, se pregunto cuando seria la próxima vez que lo vería porque ya se estaba fastidiando de su vida aburrida— Oh, ¿esto es…?
Lisa aprovecho para sacar su cámara de fotos instantáneas para captar ese momento, el momento en el que Daniel sacaba la playera blanca que tanto le gustaba y no solo era el color blanco, si no el escudo y lo que representaba. Era una playera del Real Madrid con todas las firmas del equipo, no pensó dos veces y se la coloco con dificultad y Lisa le ayudo— ¿Te ha gustado?
-¿Qué si no? — contestó el niño— eres grandiosa Lisa en verdad— y la rodeo con sus débiles bracitos— esto hace mi regalo una pena— dijo con una mueca avergonzado.
-No seas bobo—sonrió ella— cualquier cosa que tu me des, es mil veces mejor que estos tontos regalos que te doy. Anda quiero verlo.
-Bueno, son dos—comenzó sacando unas hojas dobladas debajo de su almohada— o tres.
-¡VAYA! —vaciló Lisa— son demasiados Danny no deberías haber gastado tanto.
-Pues lo hice—dijo con una risa el niño—Cierra tus ojos también— ella le hizo caso. Y pudo sentir las hojas que depositaba en sus manos junto con algo que desconocía— ahora puedes verlo.
Lisa realmente se sorprendió, antes de ver las hojas era una pulsera hecha con hilo vela de color rojo y verde, tenían unas cuentas con letras que decían TE QUIERO LISA. La chica alzo la vista en dirección a Daniel— esta realmente hermosa.
-Ahora ve los dibujos—dijo el niño con más animo— uno es para ti y el otro es para Mesut.
-¿Mesut? —pregunto Lisa sin poder dar crédito  a lo que decía— pero, ¿el que tiene que ver?
Lisa abrió las hojas para ver que había ahí, el primero era el regalo para Mesut porque venia un jugador del real Madrid con el numero veintitrés y sostenía el balón, la bota de oro y la copa mundial— ¿Y esos premios? —pregunto ella curiosa.
-Es porque he decidido que mi jugador favorito es Mesut—contesto el niño con una sonrisa— tienes razón cuando dices que juega como los grandes. Y sé que ganara esos premios, algún día.
-¡Vaya! —sonrió ella impresionada— yo se lo daré. Y abrió la otra hoja y vaya sorpresa que se había llevado. Era una casa grande y bonita, un sol con una gran sonrisa. Y había una pareja de casados con un niño— ¿Y quienes son estos?
-Pues eres tú-señalo al dibujo de la muchacha que tenia una sonrisa y un corazoncito a lado de ella— ese es Mesut, y su hijo. Una familia feliz.
Lisa soltó una carcajada de pánico. ¿Qué es lo que Daniel pretendía? Cerro la hoja rápidamente intentando recobrar el aliento— ¿No te gusto?
-Claro, que sí—contestó tras un largo suspiro— pero, creo que no sabes algo. Yo no estoy saliendo con Mesut.
-Eso lo se—dijo el niño colocando su cabeza en la almohada, tocio dos veces para luego seguir hablando— pero como él es él Mejor, y tu la más bonita. Creo  que tendrían hijos bonitos y le pondrán nombres raros como el de Özil.
Lisa se sintió incomoda por la revelación de Daniel, ¿Cómo pensaba esas cosas? Entre ella y Mesut solo existía una amistad, y no se conocían tanto. Por que ella sabia que no se podía querer a alguien sin conocerlo muy bien, pero le encontró sentido. Ahora Daniel lo admiraba, y como veía que Lisa estaba sola pues quería hacerla sentir bien. Era un niño, el no iba a predecir cosas o vería que ella tendría algo con aquel chico, guardo las hojas en el bolsillo de su pantalón e intento borrar sus comentarios que la sacaron de sus pensamientos.
-Mira que tarde viene Florian—dijo Daniel mirando hacia la puerta.
-Daniel, ya vienen tus padres a verte—contesto el chico, lisa suspiro levantándose de la cama. Prefería no interferir en las visitas de sus padres porque a veces Daniel hablaba más con ella que con sus papas.
-Nos veremos en año nuevo—se despidió ella dándole un beso en la mejilla, el chico la abrazo de nuevo con ternura— te quiero mucho, recuérdalo.
-Yo también-contesto el niño exhausto— Que Florian nos tome una foto para que le enseñes a los merengues que me puse su playera.
-Esta bien—contesto ella mirando en dirección aquel doctor de ensueño— ¿Nos podrías tomar una foto? —pregunto ella extendiendo su cámara instantánea.
Florian deposito los chocolates en la mesa que usaban cuando el paciente comía, tomo la cámara— Digan Queso.
-Queso—sonrieron y se disparo el flash. Al cabo de unos minutos salió la fotografía y Florian la agarro. Lisa recogió su bolsa y se despidió con la mano de Daniel; en ese momento los padres de Daniel venían.
-Que gusto en verte Lisa—dijo María, la madre del niño— Feliz Navidad.
-Feliz Navidad también para ustedes—contesto ella abrazándola, y luego a Benjamín— he venido a visitarlo espero no les moleste.
-Eres bienvenida hija—dijo Ben con una sonrisa— Gracias por el apoyo a Daniel.
-No es nada—contesto ella— es lo menos que puedo hacer, es un gran amigo para mi.
-Recuerden que tienen media hora de visita—dijo esta vez Florian con una sonrisa. Tenía ganas de hablar con Lisa ahora, estaba el impresionado por el cambio que había dado. Ya no era la chica egoísta ni frívola que conoció hace un año. Algo la había vuelto más alegre, y no le daba pena decir cosas como te quiero, o me importas; y sin duda se había puesto muy bonita.
Florian la acompaño hasta la sala de espera y ambos se sentaron en unas sillas, el le entrego la cámara y la fotografía que se estaba secando—Muchas gracias.
-Y tu chocolate —dijo el entregándole el vaso— te ves…diferente.
-Me siento…diferente—dijo ella con honestidad— he creado bonitos lazos con él. Aun recuerdo que me lo presentaste y lo has mantenido vivo.
-Hago lo mejor que puedo—sonrió a medias— pero, debes saber que… esta empeorando.
Lisa asintió mirando hacía el techo frunciendo los labios— Vamos a llegar al año nuevo.
Florian tomo sus manos con las de él y busco su mirada— Debes prepararte Lisa, para apoyar a sus padres cuando suceda. Lisa no aguanto las ganas y lo abrazo, sollozaba en silencio tratando se ser fuerte pero era imposible. Aquel hombre que llego a amar estaba estrechándola en sus brazos, dándole noticias malas, que le hacían recordar que la vida no era justa ni feliz.
Al cabo de unos minutos se tranquilizo, odiaba ponerse triste y recordar cosas malas se seco las lagrimas para ponerse en marcha—Santiago viene en cinco minutos.
-Ah, esperare—contesto ella sintiéndose más tranquila pero incomoda al estar junto a Florian— ¿Por qué? —le pregunto ella queriendo tener respuesta— ¿Por qué regresaste? Creías que… ibas a encontrarme esperándote.
-Algo así—se encogió de hombros pensando realmente que eso era estúpido— Me he divorciado y, bueno pues aquí estoy.
-Es que ustedes los hombres creen que es todo tan sencillo—dijo ella ofendida— se te ha olvidado que me engañaste con respecto a tu vida.
-Pero Lisa, ya hemos hablado de eso—decía él— siempre me interesaste más tu que Addison.
-Las cosas han cambiado—dijo ella— tengo un trabajo estable, amigos y me ha ido muy bien sin ti.
-Perdón por el retraso Lisa—llego diciendo Santiago con una cara de cansancio pero sus ojos decían otra cosa— la operación se alargo y, me dejaron reparar la tráquea de un niño de siete años.
-Esta bien—dijo Lisa levantándose con una sonrisa— Vine a ver a Daniel así que no esperé mucho.
-Nos vemos Florian, gracias por entretenerla—se despidió Santiago con un apretón de manos— me hablas para tomar unas copas.
-Hasta luego—fue lo único que dijo. Lisa no miro hacia atrás porque sabia que si lo hacia, iba a caer ante sus encantos de Alemán; Florian se quedo mirando a ese par hasta que entraron al elevador.

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