4.-Demasiado

-fanfic-

Trotando, trotando.

Los jugadores le daban vueltas a la cancha, como de costumbre se hacían jugarretas entre ellos y las carcajadas se unían a ser una aunque, con una sola mirada de José Mourinho las cosas se calmaban.

-Gonza si dejas de mirarla se sentirá triste, por no tener a un espía—Vacilo Cristiano alcanzándolo con facilidad.

-No la estoy viendo—murmuro Gonzalo desviando la mirada de la silueta de Lisa, riendo y hablando con Enrique ¿Qué hará ella ahí? Se tropezó con un bulto de pasto y se reía junto con su compañero.

-Debéis tener cuidado tío—dijo de lejos Ramos—parece que ahí empujan.

-Oh Lisa, me encanta tu sonrisa—burlaba Marcelo haciendo flexiones.

-Pero si apenas la acabo de conocer—murmuro el con una mueca—bueno. ¿Por qué le importaba la presencia de aquella chica misteriosa? Por que vaya que era misteriosa. Todos lo decían.

-¿Esta leyendo un libro?—pregunto Pepe dando pequeños brincos simulando algo de acción en ese espionaje.

-Al parecer ella si tiene cerebro— vacilo Cristiano—no me sorprende, tiene cara de que lo sabe todo.

-También tiene cara de…—Benzema no pudo terminar su frase porque Karanka les mando a que hicieran flexiones. Pero todos sabían a que se refería. 

En cambio Mesut estaba como siempre junto a Sami, haciendo sus respectivos movimientos con tranquilidad y escuchando la platica de sus compañeros, cuando pensó que nadie lo miraba dirigió su vista a Lisa; le gustaba la forma en que su cabello jugaba en el viento, en como tenia el ceño fruncido leyendo aquel libro que podría contener cualquier cosa. Ella levanto la mirada y se encontró con la de él, Mesut giro la cara avergonzado tropezando con Sami.

-¿Que traes? —le pregunto en su respectivo lenguaje alemán.

-Nada—murmuró—es solo esa chica, ¿Por qué esta aquí si es privada la practica?-mintió.

-Escuche que tenia algo con Mou—le contesto— ¿tu crees?

-No— se encogió de hombros—no parece ser de esas.

-¡OYE! ¿QUE REZA MESUT? —Grito Marcelo mirándolos ambos interesado— ¿Es por el teléfono?

Mesut asintió.

-¿Teléfono? —Pregunto Higuaín desde su lugar— ¿Qué, se lo ha pedido?

-No—contesto pepe—Mesut lo asesino.

-¿El celular de quien? —pregunto Sergio.

-Me perdí—declaro Benzema— ¿Qué ha pasado con Lisa?

-¿Quién es Lisa? —pregunto Arbeola.

-¿Se llama Lisa? —esta vez era la voz de Xabi.

-Lisa es la chica de Gonzalo—empezó Marcelo— en la mañana llego y Mesut le trituro el celular. La chica que esta leyendo.

Todos rieron, recordando el inmenso lio que había en reconocer personas. Estaban seguros de que Iker era el que no se enteraba de nada, y tenían que repetir lo mismo.

-Por cierto, la invite a comer—decía Gonzalo como quien no quiere la cosa.

-¿Hoy? —pregunto cristiano con una sonrisa—Genial.

-Epa Cristiano, ¿tienes novia no? —vacilo Pepe—y un hijo.

-Claro, claro—sonrió pegándole una patada en el trasero— es de Gonzalo.

-No es mía—rectificaba Gonzalo. Y miro en dirección de Lisa, seguía leyendo en aquel libro de aspecto viejo— ¿Qué será que lea?

-El Kamasutra—vacilo uno.

-Si ese lee Marcelo a ver si se le hace— prosiguió cristiano.

-Vamos chicos—gritaba Karanka—muévanse, vamos, vamos.

Todos se levantaron del suelo y se formaron en dos grupos mientras veían que Mourinho se acercaba para platicar con Lisa.

-¿Rainer M. Rilke? —Cuestionó el entrenador de los merengues sentándose junto a ella con una sonrisa— No he oído hablar de el.

-Es un escritor griego, antiguo—comentó ella—tengo la fortuna de que me lo regalaron.

-Vaya chica, eres buena—miro a lo lejos, Cristiano lo señalo con una sonrisa Mou solamente sonrió— ¿Qué creen ellos que somos?

-Pues lo que cualquier otra persona creería—contestó ella cerrando el libro-¿Acaso no saben que es casado?

-Lisa no me tutees—comentó—me siento más viejo de lo natural. ¿Cómo vas con Daniel?

-Bien—sonrió ella—José esta pendiente en la escuela de el. Muchas Gracias de verdad, por permitirme estos privilegios.

-Te lo mereces—dijo el Señor convencido—tenemos una vacante para ti cuerpo técnico. Si te interesa…

-¿Vacante? —Lo interrumpió ella con sorpresa— ¿Pero Señor…digo José, en que campo?

-Alto rendimiento—contesto— ¿Suena interesante no? Lo he inventado.

Lisa no sabia si le tomaba el pelo o no, lo miro con extrañeza—Disculpe pero, si no existe el puesto entonces, el trabajo tampoco.

-He hablado con florentino sobre esto-se miraron ambos. Ella no creía una pisca de lo que le decían, era una broma, tenia que serlo—Ha aceptado, puedes ser la fotógrafa porque últimamente la gente quiere fotos de estos chicos. Y me ayudaras con los alemanes-murmuro con una mueca— no puedo creer que sepa casi todos los idiomas menos ese. Lisa rio divertida— Serás como la animadora del equipo.

-¿Seré una porrista? —cuestiono con los ojos enojados, ella sabia que iban a salir con algo así.

-No—rectifico José apenado, buscaba la palabra adecuada— ¿Cuál es tu más grande sueño?

Lisa se puso a pensar, ella sabia que la mayoría se habían cumplido. Terminar su carrera de Idiomas, también su carrera de Filosofía. Y ahora tenia un buen puesto en el Periódico De Madrid—No tengo un sueño especifico, siempre me gusto viajar por el mundo y conocer otras culturas o simplemente hacer lo que me mantenga feliz.

-Suenas como si fueras un Espíritu Libre—comento—Así que, te otorgo la posibilidad de probar algo como esto. Tu paga seria de 7 millones por seis temporadas.

-No—exclamo ella levantándose rápidamente— No es posible.

-Pero si es poco—le informo Mourinho caminando tras ella—veras que te hará mucha falta.

-NO—insistía ella— ¿por un empleo que no existe? Prefiero trabajar en un basurero o…

-LISA ARIANNA—la llamo cuando se alejaba, provocando la mirada de la mayoría de ahí—Ven por favor.

Lisa se había quedado petrificada, nadie conocía su segundo nombre y este señor lo hacia. Camino mirando al suelo hecha un manojo de nervios—Señor lo-lo siento, pero es que no puedo aceptarlo.

-Vas a aceptarlo, no has venido hasta aquí por un simple Gafete—dibujo una sonrisa en la comisura de su rostro—Somos una familia ahora. Míralos, son terriblemente chismosos.

Ella rio cuando efectivamente tenían la vista clavada en los dos-Y que a las mujeres nos encanta el cotilleo—vaciló— ¿Me permite pensarlo? Además, Gonzalo me invito a comer con ustedes ¿no es molestia?

-¡Que va!-sonrió cuando caminaban en dirección al grupo—No digamos nada de lo que hablamos hoy ¿vale? — Lisa Asintió divertida—si he visto que se llevan bien contigo, aunque solo sean fotos.

-Buenas Míster—saludo cristiano con una sonrisa picara—Lisa.

-Dejaros de verme y poneos a trabajar-comenzó a decirles— ¿Qué el partido se jugara solo? VAMOS, VAMOS, VAMOS.

Apartaron su vista de Lisa para seguir rotándose el balón, la chica le indico a José con la mirada que se iba a sentar. En cuanto se unió a la banca se llevo las manos a la cabeza ¡Santiago!, se le había olvidado por completo llamarle así que dejo sus cosas ahí tiradas y corrió a hacia dentro de las instalaciones.

-Disculpe señorita—decía jadeando por el esfuerzo— ¿Me podría decir donde están los teléfonos públicos?

-Aquí no hay teléfonos públicos—contesto con mala gana la chica de la recepción. Lisa se partió la cabeza pensando, si Santiago se daría cuenta de que no regresaría. Se la iba a cargar. Había un chico con audífonos sentado en un mueble de la sala de espera, se debatió internamente sobre lo que iba a hacer, sentía vergüenza pero ella sabia que no era nada malo así que reunió valor para ir hacia él.

-¿Disculpa?—dijo ella con voz baja, el chico la miro sin entender que dice— ¿Me oyes?—rápidamente el chico se quito los audífonos con una sonrisa centellante, dejando a Lisa anonada.

-¿Si Señorita? —inquirió el con un español elegante.

-¿Podrías regalarme una llamada?—pidió ella con los ojos entrecerrados—Es que en la mañana Mesut atropello mi teléfono, y la chica de la recepción me dice que no hay, entonces…es urgente. Te devuelvo el crédito no te preocupes.

-Ah esta bien—sonrió—gratis ¿Eh? Por cierto soy Ricardo.

-Te he visto—dijo Lisa sin contenerse—espero te recuperes de tu lesión.

-Gracias, para enero estaré Listo—le ofreció el móvil y ella lo cogió para marcar el numero de Santiago.

-¿Quién habla?—pregunto la voz de su Amigo.

-Me lleve tu auto—dijo ella ignorando eso, el reconocía su voz con facilidad—pero no llegare a comer.

-¿No vendrás?—cuestiono el disgustado—Estuvimos planeando esto por días.

-Lose—coincidió ella sintiéndose mal, pero ella le contaría todo lo que le había pasado y de seguro se le olvidara su rencor—Llegare… pues no se a que hora. Tengo que ir a visitar a Daniel, hoy tiene respuestas de su TAC

-¿Nos vemos en casa de Daniel?—quiso saber él—Al menos estaré solo con Fernanda—ella interpreto su comentario como el quería enviárselo-¿Cómo te fue con el permiso?

-Estoy en eso—contesto ella—Espero si concedan el deseo a Daniel pero, es seguro bueno, creo—recordó que no era su celular—Vale hablamos en la noche ¿si? No es mi móvil, ha muerto pero, te cuento luego ¿si? Nos vemos.

-Cuídate Lissy—se despidió el con cariño. Y le devolvió en celular a Ricardo.

-Me has salvado.

-No hay de que—se encogió de hombros—un placer Lisa.

-También para mí—dijo con la piel de gallina—Gracias.

Un día muy movido, era un primero de diciembre demasiado movido para así decirlo. Casi se le había olvidado que era primero y, tenia que adornar su casa con el tema respectivo aunque no le agradaba mucho la navidad lo hacia por Santiago y por las repentinas visitas de su familia, de parte de ambos.

A la hora de la comida el jaleo era imparable, las carcajadas entraban desde la puerta hasta cualquier sitio en aquella mesa abarrotada de 25 chicos con mucha hambre. Habían encontrado a su chica Futbolera y esa era Lisa. No sabían mucho de ella, en cierto modo era un gran misterio para todos pero eso lo diría el tiempo, el tiempo adecuando para conocerse.

-Adiós mi amada—cantaba cristiano—Adiós mi Amiga, tu has sido la única, la única para mi.

-Estoy tan destrozado bebé, estoy destrozado—cantaba también Lisa. Los dos rieron—esta buena esa canción, aunque muy depresiva.

-Es verdad—coincidió aquel tomando un sorbo del refresco— ¿no te cansas del té frio?

Lisa negó con la cabeza—Es mi adicción—murmuró escucho que Sami le decía a Mesut algo en alemán y esta casi se atraganta con el agua—Perdón—pidió disculpas sin poder contenerse las carcajadas.

-¿Lo escuchaste?--pregunto Mesut apretando los labios— ¿Sabes alemán?

-A las dos cosas sí— contesto ella mirándolo—Sami te has pasado pero, estuvo muy bueno.

-¿Es cierto verdad?—pregunto aquel, los tres se soltaron a reír sin poder contenerse.

-¿También hablas Alemán? —Cuestionó Marcelo mirándola con sorpresa— ¿Algún otro idioma?

-Pues aparte del Español—Lisa pensó si decirlo, a veces no le gustaba presumir—Ingles, francés, italiano, Mandarín y alemán.

-Ah mira, todo un fenómeno—vaciló Pepe, Lisa le mando una mirada furiosa—pero no me sorprendes, no sabes Portugués.

-No me interesa aprenderlo—dijo tajantemente mirándolo.

-Uh—se escucharon las risas de los que no les ofendía aquel. Lisa les dirigió una mirada de disculpa, no quería que se tomaran así las cosas, en verdad siempre se pregunto el porque no eligió ese idioma.

-Se que así no voy a triunfar en Brasil pero—soltó un suspiro mirando su reloj marcaban las seis y media. Tenía media hora para llegar al hospital-¡mierda! Me tengo que ir.

-¿Tan rápido? —preguntaron algunos.

-Lisa, aun no me has dicho que celular quieres—comento Mesut antes de que se le olvidara. También Lisa recordó el hecho de no tener uno, lo miro con cara de preocupación— ¿Vamos por uno?

-Lo siento Mesut pero, tengo prisa pero—no sabia que decir. Estaba en un apuro.

-¿podrían traducir que es lo que dicen?—pregunto Arbeola— ¿Alguien sabe alemán?

-Para mi suena como una especie de comunicado extraterrestre—se encogió de hombros Marcelo.

Lisa se levanto de la mesa con una sonrisa algo le había dicho a Mesut—Tengo que irme, lo siento.

-Bueno pero, ¿vendrás al partido?—pregunto Gonzalo. Todos clavaron la vista en ellos dos, Lisa lo miro. Se quería partir en veinte pedazos, eso quería.

-Claro—y así recorrió la mesa despidiéndose con 23 besos en la mejilla. Pocas personas se dieron cuenta de la ausencia de Mesut, porque todos estaban pendiente sobre lo que Gonzalo le decía a Lisa.

-¿Me das tu numero? —pregunto el apartándose de la mesa.

-Ha muerto—contesto Lisa apenada—Iré con Mesut por uno y, Gracias—ella sonrió agradecida—por hacer una tarde muy divertida, tenia tiempo que no recordaba lo que era tener una familia—La chica lo abrazo con ternura y el le dio un beso en la mejilla resignado.

-Nos veremos—se despidió.

Lisa cruzo el umbral del patio para encontrarse con Mesut, este iba decidido a remplazar su móvil.

-En verdad, discúlpame—pedía el por tercera ocasión en el día.

-Si lo dices una vez más no te voy a recibir nada—contesto ella con una sonrisa. Había algo natural, normal y sencillo que le hacia confiar en aquel alemán-turco. Camino hacia el Mustang Negro despampanante que traía, Mesut sin poder decir ni pio camino para saber.

-¿No íbamos en mi auto?

-Bueno, es que este no es mío—se encogió de hombros introduciendo la mano en la cerradura—Si quieres cómpralo tu, y me lo das en día del partido.

-¿Vas a venir? — Preguntó él esperanzado—Esta bien, lamentare que estés dos días sin móvil.

-No me voy a morir—contesto ella— ¿Ya no te sientes decaído por lo del otro partido?

Mesut la miro atentamente, todo lo que ella hacia lo desconcertaba—Estoy bien, tarde en entender en lo del cocinero.

-Ah—Lisa rio dulcemente—es lo primero que se me vino a la cabeza. Abrió la puerta y aventó su bolsa al otro asiento—Que tengas un buen día.

-Adiós—se despidió Mesut y regreso para ir a buscar sus cosas. Tenia ganas de jugar videojuegos o de quedarse dormido en la casa que ahora estaba tan vacía, sin ella. Se limito a no pensar en eso, últimamente le iba muy bien.

-Si  se dieron cuenta que Mesut no esta—dijo al fin Ramos con voz sospechosa.

-¿Mesut?—pregunto Pedro, Arbeola lo busco en la mesa—No será que…

-Como creen—dijo Cristiano sin pensarlo—Miren ahí esta—señalo en dirección a Mesut que caminaba con su maletín colgando de su hombro con los audífonos puestos.